La espera de un desquiciado
Tu nombre es la sombra, que siente mi olvido
caminos desiertos entre el odio y sentidos;
penumbras de falsas palabras…
quejidos de bocas, sabores prohibidos.
Maltratas mi voz, diciéndote adiós
entre cuentos de hadas y mi muerte,
te nombro en cada palabra de amor
pero se que tu sombra me miente.
Y el espejo que miras no refleja tu cara
si robaste mi vida y te fuiste sin las ganas;
soledad de un suspiro, frialdad de esperanza
me sabes a sales, siendo un ave sin alas.
Si un juicio albergara todo lo que se siente
me verías siguiente entre rejas trabadas;
viviendo en tu mente, partida y cansada
pero recuerdas mi imagen sola y poco amada.
lunes, 11 de mayo de 2009
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